La Conducta Empresarial Responsable promueve que las empresas se comprometan de forma voluntaria con las preocupaciones sociales y medioambientales integrándolas en sus operaciones comerciales, y en las relaciones con sus interlocutores.
Este compromiso ha cobrado especial relevancia a partir de la constitución, por Naciones Unidas en 2015, de la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible compuesta por un conjunto de objetivos globales (17) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para toda la ciudadanía. Una de las metas de esta agenda es la igualdad de género, desarrollada en nueve objetivos específicos a partir de los cuales se llevan a cabo campañas que involucran a los diferentes sectores de la sociedad (sociedad civil y sector público y privado), pero cuyo alcance requiere actuaciones de diverso tipo.
Las memorias de Conducta Empresarial Responsable de las empresas se esfuerzan, de este modo, por informar acerca de su contribución efectiva, al desarrollo de estos objetivos, para los que se definen metas específicas que guían su quehacer empresarial.
En este epígrafe agrupamos algunas prácticas desarrolladas por las multinacionales analizadas que pretenden servir de inspiración, divididas en función de la tipología de las actuaciones.
Proyectos dirigidos a poblaciones vulnerables
Iniciativas dirigidas al logro de diferentes objetivos (apoyo económico, empoderamiento, fortalecimiento de habilidades, promoción del emprendimiento, etc.) de mujeres y/o niñas en situación vulnerable (adolescentes, en pobreza extrema, mujeres indígenas, etc.), muchas de las cuales se desarrollan en colaboración con ONGs.
Por ejemplo: Cabe mencionar el Programa de Asistencia Legal Comunitaria, de Morgan & Morgan, cuyo principal objetivo es orientar y representar, gratuitamente, en procesos de familia y violencia doméstica a personas que ganan menos de B/.800.00 mensuales de Panamá, San Miguelito y Chorrera. Este servicio contempla la orientación, asesoría y representación legal, en procesos de Familia y Violencia Doméstica, pero también incluye otras líneas de actuación de gran relevancia como:
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Iniciativas dirigidas al personal de la empresa y sus familias
Entre las iniciativas puestas en marcha para el personal interno destacan:
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Acciones por la igualdad
En este apartado se incluyen aquellas acciones de igualdad dirigidas a lograr el avance de las mujeres. Del análisis realizado se deprenden iniciativas de diverso tipo en función del objetivo que persiguen. Entre ellos:
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Otras acciones
Además de las señaladas, en materia de Conducta Empresarial Responsable las empresas también llevan a cabo acciones que van desde los eventos de sensibilización hasta programas de adhesión, patrocinio o representación de campañas mundiales promovidas por Organismos Internacionales.
Por ejemplo: La celebración del Foro “Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres: Avances, Logros y Retos”, celebrado el Día Internacional de la Mujer y desarrollado por Banistmo, junto con la participación de ONU Mujeres. El objetivo de esta acción es favorecer el empoderamiento y liderazgo femenino. |
Entre ellas, encontramos los Principios de Empoderamiento de la Mujer (WEP) , elaborados por ONU Mujeres y el Pacto Global de Naciones Unidas, cuyo objetivo es ayudar a las empresas a la hora de examinar las políticas y prácticas que aplican para favorecer la igualdad de género. O el Women Corporate Directors (WCD) que incentiva a la participación de mujeres en las Juntas Directivas con el fin de cerrar las brechas de género en dicho nivel.
En este epígrafe también cabrían los acuerdos o colaboraciones específicas de trabajo establecidos con los organismos internacionales. Por ejemplo, en Colombia, Telefónica ha firmado un acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD-, con el fin de contribuir a mejorar la empleabilidad, el emprendimiento y la situación económica de las mujeres en el país. O la extensión del compromiso por la igualdad en toda la cadena de valor, eligiendo de forma preferente a las empresas propiedad de mujeres como proveedoras clave.
Por ejemplo: 3M identifica y trabaja de forma proactiva con pequeñas empresas pertenecientes a minorías sociales o mujeres visibilizando los beneficios que esto implica. Según palabras de la propia empresa “la diversidad de nuestra base de proveedores nos ayuda a estar abiertos a ideas innovadoras y a formas nuevas de hacer negocios, incluidas estrategias únicas para llegar a mercados diversos. No solo nos ayuda a comercializar productos para consumidores diversos de forma más eficaz, sino que además son nuestros clientes. Las empresas propiedad de minorías sociales o de mujeres suelen ser más pequeñas y más rentables debido a unos costes operativos más bajos. Suelen caracterizarse además por un funcionamiento ágil, lo que les permite responder con rapidez a las necesidades empresariales”. |
La formalización del compromiso social y comunitario de las empresas les lleva, en ocasiones, a crear fundaciones específicas para la puesta en marcha de proyectos y programas específicos utilizando para ello, y entre otros recursos, los beneficios de la empresa matriz.
El trabajo por la equidad en la Conducta Empresarial Responsable significa incluir el enfoque de género en las políticas de diversidad puestas en marcha por la empresa y en lo que respecta a la atención de los colectivos a los que se dirige. De forma específica también se puede poner en marcha:
Implica elegir de forma preferente (como proveedoras o clientes) a empresas propiedad de mujeres, o aquellas que manifiesten una línea de trabajo acorde con este propósito (que tengan planes de igualdad, reconocimientos o menciones concretas, con un alto porcentaje de mujeres en la planilla, con presencia femenina en los altos cargos, que apoyen proyectos dirigidos a mujeres, etc.). Para ello, se propone la generación de una base de datos que identifique la categoría de las empresas con las que se relacione nuestra organización de forma que la elección resulte un proceso sencillo determinado a priori.
La elección de estos proyectos va a depender de las características de la empresa en cuanto a tamaño, sector, lugar de actividad, etc., aunque se trata de proyectos dirigidos especialmente a mujeres en situación de vulnerabilidad (indígenas, campesinas, afrodescendientes, etc.)
Una última forma de trabajar la equidad de género en la Conducta Empresarial Responsable implica demostrar objetivamente la contribución de la organización al ámbito de la igualdad. Para ello, se propone incluir la igualdad como un indicador más en base al cual las empresas, en sus informes anuales, puedan dar cuenta de la contribución en esta área, cuantificando los resultados y las metas logradas y dándoles la difusión correspondiente. |
Para llevar a cabo este trabajo las instituciones pueden apoyarse en: